lunes, 1 de noviembre de 2010

Los gritos del silencio...

Aunque sabía que mis palabras quizá serían pan de piquito para los verdugos y se convertirían en los gritos del silencio, no pude moderme la lengua para callar, las palabras se volvieron efervescentes y decidieron salir para expresarse...Mundo cruel el de ahora lleno de injusticias y justicieros, nos acostamos todas las noches sin pensar a quien hemos podido dañar con nuestras acciones; o peor, felices de haber escalado pero, ¿usando a quién como peldaño?  A pesar de la lucha interna que tenemos de encontrar lo que realmente somos, no nos hemos puesto a mirar en qué nos hemos convertido, hemos dejado de lado nuestras convicciones y en algunos casos nuestros principios con tal de sentirnos seguros, hemos dejado de sentir compasión por otros, hemos dejado de ser leales con tal de no comprometer nuestra estabilidad.  Hoy tenemos una sociedad dividida por religiones, políticas y economías que lucha encarnizadamente por lograr la monarquía o la igualdad de razas y hay que tomar un bando, no importa si herimos a alguien tan sólo por pensar diferente...a ese que piense diferente lo enviamos a la hoguera y levantamos los brazos en señal de victoria como quien anota un gol en un partido de fútbol...Y ese, no tendrá hijos?, los querrá menos que yo?, no será tan buen profesional como yo? ¿Serían sus ideas y las mías la conformación de un gran equipo, un avance estelar? Eso no importa ahora sus palabras serán gritos de silencio para mí, mientras yo me impongo y que el temor ante el poder que en ese momento exista se apodere de su alma y no lo deje hablar ni ser...Entonces pido que las palabras se levanten como las mareas ante la luna y salgan los gritos del silencio pues quizá alguien con un oído muy agudo logre escucharlos y si tenga voz para liberarlos de su prisión...